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lunes, 2 de febrero de 2009

Gracias a mis Pacientes: Casos


Después de tantos años de consulta privada, de dictar talleres y charlas, sigo agradeciéndoles a todos y cada uno de mis pacientes ya que cada uno de ellos ha sido parte del motor para yo seguir creciendo, investigando, estudiando, sin ustedes yo seguiría sentada en la silla, vaya a todos y todas mi mayor reconocimiento.
Siempre estamos aprendiendo unos de otros, ustedes han sido mis mayores maestros, además han confiado en mí y por ello quiero compartir con ustedes varios casos.

Caso de Adriana:

Hace unos años tuve el placer de conocer a Adriana una adolescente de 12 años, su familia estaba desesperada, ya tenían mucho tiempo deambulando entre médicos, neurólogos, y finalmente por recomendación de Francisco (que era mi paciente) tío de su madre llegaron hasta mí.
Luego de la primer entrevista con Adriana y su Madre, después de explicarles en que consistiría la terapia, pude ver como la señora Fátima no estaba muy convencida, ya que estaba sumamente preocupada por su hija que tenía más de un año que sin una razón aparente se le paralizaba el cuerpo de medio lado.
Era lógico que estuviera poco entusiasmada y un poco desconfiada ante los supuestos beneficios de una terapia que lucía tan simple. - Le daré gotas de Flores de Bach y comenzaremos unas sesiones de hipnoterapia.
La señora Fátima fue muy honesta conmigo me dijo: Ya estoy decepcionada y desesperada los médicos no le encuentran nada a mi hija, pero a ella se le sigue paralizando el cuerpo, ya no sabemos a donde recurrir, en realidad no creo que con esto podamos hacer nada pero...
Luego de la entrevista a solas con la niña pude sintonizarme con lo que le sucedía, ella se sentía tan presionada por el entorno que la única forma que lograba descomprimir su vida era paralizándose, y entonces todo se calmaba a su alrededor para darle la atención algo tan simple como una enfermedad, que lograba tener a todos preocupados, atendiéndola y consintiéndola.
Esas son falsas ganancias. Por que la verdadera ganancia es ser feliz y saludable.
Ese día luego de trabajar con Adriana, noté en ella algunos cambios, algo había sucedido en su alma y su corazón, ella había dado un paso para alejarse de esa condición que aparentemente la liberaba de su difícil entorno, pero que la aprisionaba a una enfermedad que de continuar podría haber dejado secuelas.
Al terminar la entrevista con Adriana hice pasar a su madre nuevamente, a la cual le expliqué lo que estaba sucediendo, yo sentí que no entendía muy bien, pero que estaba decidida a trabajar conmigo tanto ella, como su hija. En ese preciso momento sentí que la niña ya no necesitaría volver a sufrir esos ataques, y le dije a su madre: - dejo de llamarme Adriana si tu hija vuelve a tener otro ataque, o a lo sumo puede que tenga uno más.

Como es lógico, recibí como única respuesta una cara de... (esta mujer está completamente loca) pero a pesar de que Fátima pensaba así, algo dentro de ella le decía confía, confía.
A los tres días me llamó Fátima para decirme que Adriana estaba sufriendo en ese momento un ataque, le pedí que le pasara el teléfono a la niña, comencé a hacerle hipnoterapia (si se le puede llamar así a realizar esta técnica a través de un aparato telefónico) pero en realidad era algo más grande que nos unía verdaderamente, que hizo que poco a poco cediera la parálisis, que poco a poco pudiera hablar, cuando me aseguré de que ya había pasado el trance y que ya no sentía miedo le dije: - Ahora sí Adriana, esta es la última vez.
Regresó a la semana como habíamos convenido para continuar con las sesiones correspondientes, exactamente 4, luego siguió viniendo por un tiempo hasta que tuvimos la seguridad de que estaba completamente sanada, como también venía su madre porque yo no trabajo con niños o adolescentes sino es posible conjuntamente trabajar al menos con su madre.
Ahora yo sería incapaz de explicar que pasó, como lo hicimos, sólo sé que juntas las tres, y el amor de Dios, llegamos contactar el shock emocional que la paralizaba, y ella pudo sanarse, ella tuvo la oportunidad de escoger, y eligió seguir hacia delante.

Este espacio te lo debía Adry por tu esfuerzo, tu constancia, y tu entrega aunque sé que muchas cosas no las podías entender por tu edad, tu ser sabio experimentaba todo y así tú misma hallaste la solución a esa enfermedad.
Gracias por haberme permitido a mí tener esta tan maravillosa y rápida experiencia de sanación junto contigo.

Te deseo lo mejor...

Ahora tiene 22 años es una mujer hermosa, inteligente, universitaria, trabaja, asiste a mis talleres y sigue creciendo ocupándose de su vida interior, porque sabe que allí está el secreto para ser feliz.

Y ahora lo único que se le paraliza es el reloj y eso de vez en cuando...
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Caso Rafael:
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Este niño tenía 11 años cuando llegó a terapia conmigo, sufría de alopecia nerviosa, hacia varios meses que estaba en tratamiento, pero no había habido mejoría alguna, el primer día que lo atendí tenía ya dos áreas importante de la cabeza en la que no le salía el cabello. Inmediatamente entrevisté a su madre Marisol, y le dije lo mismo – No atiendo a niños o adolescentes sino trabajo al menos con su mamá, ese mismo día fijamos fecha para comenzar la hipnoterapia con él y su madre vendría también a hacer terapia.
Durante la primeras sesiones, Rafael pudo descubrir que se sentía muy presionado por su papá, que su sueño era ver a su hijo en las ligas mayores de Béisbol, lo anotaba en cuanta clínica de béisbol existía, la presión era mucha para este niño, ya que nadie había tomado en cuenta que él no quería hacer béisbol de la manera que sus progenitores deseaban, él solamente quería jugar para divertirse. La mamá estaba también apoyando a su marido sin darse cuenta que se estaba poniendo en contra de lo que verdaderamente deseaba su hijo. Si bien comprendía la situación de Rafael no entendía como a él no le apasionaba este deporte siendo que recibía todo el apoyo de sus padres, además ella temía ponerse en contra de su marido.
Antes de terminar las 7 sesiones, se vieron los cambios ya comenzaban a aparecer los pequeños cabellos como unos alambritos, pero allí estaban firmes recuperando el espacio perdido. Nunca más le repitió esta enfermedad.
Desde aquí mi saludo Rafael, estoy segura que has logrado cumplir parte de tus sueños.
Muchas veces nosotros los padres, queremos cristalizar nuestros propios sueños de todas formas, aunque sea a través de nuestros hijos, les exigimos, que hagan un deporte, una carrera o una profesión , a veces le heredamos una empresa familiar, un negocio que representa todo para nosotros, y sin querer les hacemos sentir que su obligación es continuarla, sin ni siquiera preguntarnos. ¿Esto es lo que desea mi hijo?, ¿esto es lo que la hace feliz a mi hija?, o simplemente… ¿Esté es su sueño?. Nuestros hijos tienen sus propios sueños, y nosotros como padres seremos más felices si los ayudamos a cumplirlos.
"Los sueños son el alimento de la vida"
Adriana Fresta

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