Etiquetas

viernes, 21 de agosto de 2009

Taller de Contención. "Aquí está Mamá"


Un hermoso encuentro privado en un lugar precioso llamada la Posada del Té, en mi natal Martínez, en lo que era una antigua caballeriza hoy se encuentra un sitio muy acogedor donde se dictan cursos y se realizan actividades de crecimiento personal.
Donde una vez estuvo la fuerza de caballos de carrera entrenados para ser campeones, hoy está la fuerza de hombres y mujeres que trabajamos para ser mejores, más agradecidos, más libres, disfrutar del amor y vivir en paz.
Principalmente quiero agradecer a las señoras Adirsa M. López, Ana Carolina García, Mónica Boysen y a Mónica Mac Cormick, directoras de este sitio tan especial, por su tiempo, su interés, su atención y por la oportunidad de trabajar con ellas.
Luego de una sencilla explicación sobre esta novedosa terapia y de mostrar algunas formas de abrazar que normalmente utilizamos, así como entender su significado, pudimos compartir experimentando la diferencia con el abrazo de contención.
Inmediatamente realicé varios ejercicios con el fin de que los participantes puedan comprender y apreciar la importancia que tiene la terapia, revivir algunas carencia que hemos tenido desde nuestra concepción hasta la actualidad, poder contactarnos con nuestras heridas algunas conocidas y otras desconocidas por nosotros, pero aún vivas en nuestros sentimientos, dejándonos atrapados en la rabia, el odio, el abandono, el miedo, el dolor, sin permitirnos salir con facilidad al encuentro de la tan deseada y merecida felicidad.
Disfruté al ver algunos cambios en los participantes en apenas unas horas de trabajar Contención.
Sin culpas, sin juicios, sin reproches y sin perdones, las cosas que nos han sucedido no las podemos cambiar, podemos decidir quedarnos en la niñez culpando a nuestros padres por nuestras desdichas. Recordemos que nadie puede dar de lo que no tiene o de lo que no sabe, nuestros padres lo dieron tal como lo recibieron, entonces ahora deberíamos culpar a nuestros abuelos, y a los bisabuelos y a los… conclusión a Adán y Eva y así vivir culpando a todo y a todos por nuestros problemas, o simplemente puedo hacerme cargo de mi vida y decidir hacer algo bueno y diferente con ella.
Ahora decido trabajar mis heridas, desde el adulto que soy hoy, para contactar los momentos en que me sentí lastimado, revivir los sentimientos que me hieren, pero ahora acompañado de un terapeuta o de un grupo, reconocerlos, sacarlos a la superficie, sentir esa fuerza sanadora que empuja, me permite moverme de esta polaridad para encaminarme hacia el amor, este es uno de los beneficios de esta terapia.
“De aquí no nos movemos hasta que fluya el amor entre nosotros”
Trabajamos un poco la vinculación con nuestra madre, primer eslabón de la vida, que nos impulsa a realizar todos nuestros sueños o nos deja inmóviles y sólo nos permite ver como la vida pasa delante de nosotros sin más.
Recuerdo un pensamiento de Carola Castillo “La vida tiene días buenos y días de crecimientos”
Agradezco muy especialmente a cada uno de los participantes, por su apertura, por su entrega, que hicieron posible esa mañana hacer fluir el amor, único sentimiento, energía, o fuerza que moviliza y genera verdaderos cambios. Tuve la posibilidad de trabajar con cada uno de ellos cosa que no sucede generalmente en los talleres debido a la cantidad de personas. Fue también muy enriquecedor para mí esta modalidad, ya que me permitió a mí como terapeuta ocuparme de la verdadera necesidad de cada persona que hacía lucir su herida, de esa manera junto con ellos trabajarla para que la experiencia los deje casi sin palabras, pero con mucho descubrimiento y movimiento interno.
Recuerdo a Benito un participante que ante cada pregunta que deseaba realizar él se justificaba diciendo: -“disculpa que pregunte tanto pero es que soy muy pragmático”, para mí esa es una forma de resistencia, le contesté. El sólo pensar que realmente podría ser resistencia de su parte le permitió apreciar en otra forma y todos pudimos ver los resultados, a partir del momento en que dejó de pensar para comenzar a sentir.
Cuando las cosas pasan por la mente sólo buscamos saber, cuando las cosas pasan por el corazón sólo deseamos sanar, únicamente cuando estamos listos para crecer podemos advertir la diferencia.
El reconocimiento de lo que fue tal y como fue, el asentir, el honrar y el agradecer son los primeros pasos para un gran cambio.
Cada uno se permitió contactarse con sus heridas, todos disfrutamos de un abrazo consentido, y así dar los primeros pasos para sanar el vínculo herido con mamá y permitir que nuevamente fluya el amor..
.......
Al terminar el taller Ada me expresó con mucha dulzura y agradecimiento.
– Cuando trabajaste conmigo no entendí nada, pero sé que algo cambió en mí, a mi mente vinieron imágenes e historias que tenía olvidadas.
Sólo respondí: - No están olvidadas, están simplemente atrapadas y hoy tú les permitiste salir, gracias a ti por asistir y permitirme trabajar contigo.
Sé que seguirán muchos grandes pasos para todos los asistentes, sé que ahora tienen otra forma de ver las cosas, eso ya hace la diferencia.
Gracias a todos y a cada uno de los presentes, a Virginia Noailles que de alguna forma fue el motor de esto, que no pudo estar allí físicamente, aunque estaba conectada con nosotros porque Dios la utilizó de medio para este fabuloso encuentro, al señor que nos preparó la sala con tanta dedicación, el sitio que nos cobijó, por el té que bebimos, esencialmente a ti Dios mío, gracias por esa fructífera mañana y por el cálido día que nos regalaste este especial día de invierno.





Quiero agradecer también a este hermoso centro que nos albergó y que próximamente tendrá el honor de recibir a la Dra. Laura Rincón Gallardo, estamos seguras que con su fuerza, sus conocimientos hará fluir el amor en todos los participantes.

EL ABRAZO

Un ABRAZO es el festejo del encuentro, el consuelo del dolor,
la alegría de tener a la persona que aprecias...

Un ABRAZO pone al descubierto nuestros sentimientos,
nuestros miedos, nuestra necesidad de contención...

Un ABRAZO nos acerca corazón con corazón,
nos deja sentir la intensidad de nuestros latidos,
el calor de nuestros cuerpos...

Un ABRAZO es entregarse al otro,
y dejar que el otro también se entregue...
Es resguardo... es protección...

¿Quién no necesita en algún momento de su vida guarecerse
entre unos brazos llenos de ternura?
¿Quién no necesita desnudar sus sentimientos sin palabras,
rodeando con amor a quien uno quiere?
Yo sí lo necesito y es tan grande esta necesidad que en este preciso instante quisiera abrir los brazos para poder ¡ABRAZARTE!
María Dolores Paoli
Adriana Fresta de Venutolo

No hay comentarios: