Generalmente a las personas nos cuesta mucho hacernos cargo de lo que nos sucede, de los aprendizajes que nos muestra la vida, siempre es más fácil echarle la culpa al otro. Además que creo que muchos de nosotros eso es lo que hemos aprendido.
Por eso quiero contarles la historia de la torta helada.
Alba llega después de varios meses de vivir fuera del país y se reúne con tres amigas en un restaurante, Blanca, Claudia y Diana. Ella les trae una torta helada exactamente igual para cada una.
Blanca se levanta y le solicita al mesonero que se la guarde, mientras tanto Claudia la mira, es una hermosa torta de unos 20 cm. de alto, de tres sabores que se ve muy apetitosa y la deja sobre la mesa.
Diana dice:- La voy a ir a dejar a mi automóvi, así no se me olvida, porque ustedes saben como soy, a mí se me olvida todo.
Alba recibe un llamado y debe irse inmediatamente, las tres amigas permanecen sentadas, luego de un rato Claudia que tenía su torta allí en la mesa dice:
- Vamos a comerla se veía rica. (Al abrirla estaba demasiado cremosa).
- No entiendo a Alba, como dice que esto es una torta, esto es una crema. Inmediatamente Diana va a su auto y no consigue traer nada, ya que en vez de una torta se encuentra con un líquido melado de color marrón. Entra furiosa al restaurante.
-¡Vieron como es Alba! trajo una torta de mala calidad, me ensució todo mi auto, estoy segura que lo hizo a propósito, siempre me tuvo envidia…
Claudia responde: - Tienes toda la razón, yo estaba en lo cierto, ella nunca fue verdaderamente nuestra amiga, sino no nos haría esto, además desde que vive en Miami, mira mi torta, probablemente era vieja por eso se desarmó. Anda Blanca, botemos esto, es un asco ¿dónde está la tuya?.
Por eso quiero contarles la historia de la torta helada.
Alba llega después de varios meses de vivir fuera del país y se reúne con tres amigas en un restaurante, Blanca, Claudia y Diana. Ella les trae una torta helada exactamente igual para cada una.
Blanca se levanta y le solicita al mesonero que se la guarde, mientras tanto Claudia la mira, es una hermosa torta de unos 20 cm. de alto, de tres sabores que se ve muy apetitosa y la deja sobre la mesa.
Diana dice:- La voy a ir a dejar a mi automóvi, así no se me olvida, porque ustedes saben como soy, a mí se me olvida todo.
Alba recibe un llamado y debe irse inmediatamente, las tres amigas permanecen sentadas, luego de un rato Claudia que tenía su torta allí en la mesa dice:
- Vamos a comerla se veía rica. (Al abrirla estaba demasiado cremosa).
- No entiendo a Alba, como dice que esto es una torta, esto es una crema. Inmediatamente Diana va a su auto y no consigue traer nada, ya que en vez de una torta se encuentra con un líquido melado de color marrón. Entra furiosa al restaurante.
-¡Vieron como es Alba! trajo una torta de mala calidad, me ensució todo mi auto, estoy segura que lo hizo a propósito, siempre me tuvo envidia…
Claudia responde: - Tienes toda la razón, yo estaba en lo cierto, ella nunca fue verdaderamente nuestra amiga, sino no nos haría esto, además desde que vive en Miami, mira mi torta, probablemente era vieja por eso se desarmó. Anda Blanca, botemos esto, es un asco ¿dónde está la tuya?.
Como es normal, comienzan las críticas, las suposiciones, cada una da su opinión.
Cuando ven la torta de Blanca, que trae el mesonero, no lo pueden creer, está en perfecto estado, pero Diana continúa con la cuestión.
- ¡Ah viste, claro!… como tú siempre fuiste su mejor amiga, a ti sí te trajo una torta decente, no esta porquería, que me trajo a mí.
- La mía es la peor de todas, dice Diana y continúa vociferando entregada y centrada en echarle la culpa a Alba, sólo puede sentir su furia.
Por supuesto todos sabemos que una torta helada debe colocarse inmediatamente en el congelador, pero generalmente nos cuesta mucho saber qué hacer con algunas pruebas que nos propone la vida.
La diferencia no estaba en la torta, que fue en donde ellas pusieron su atención, sino en saber exactamente que hacer con ella.
Cuando ven la torta de Blanca, que trae el mesonero, no lo pueden creer, está en perfecto estado, pero Diana continúa con la cuestión.
- ¡Ah viste, claro!… como tú siempre fuiste su mejor amiga, a ti sí te trajo una torta decente, no esta porquería, que me trajo a mí.
- La mía es la peor de todas, dice Diana y continúa vociferando entregada y centrada en echarle la culpa a Alba, sólo puede sentir su furia.
Por supuesto todos sabemos que una torta helada debe colocarse inmediatamente en el congelador, pero generalmente nos cuesta mucho saber qué hacer con algunas pruebas que nos propone la vida.
La diferencia no estaba en la torta, que fue en donde ellas pusieron su atención, sino en saber exactamente que hacer con ella.
Así es la vida, siempre nos presenta diferentes situaciones a las que tenemos que usar todas nuestras herramientas para superar la prueba, debemos centrarnos, ser objetivos, serenarnos, reconocer el problema, los sentimientos que se me están moviendo. A veces desperdiciamos mucho tiempo en críticas, comparaciones, conclusiones que nos envían nuestros propios pensamientos que se ven confrontados con recuerdos del pasado, nos recreamos en el problema, en vez de enfrentarnos rápidamente y salir en busca de la solución.
Adriana Fresta de Venutolo
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