La sabiduría no la encontré en la cumbre de la montaña universitaria, sino en el arenero, en el jardín de niños.
Estas son las cosas que aprendí:
Estas son las cosas que aprendí:
Compartir todo, jugar sin hacer trampas, no golpear a los demás, regresar las cosas al lugar donde las encontré, limpiar cuando ensucie mi lugar, pedir perdón cuando lastimo a alguien, lavarme las manos antes de comer, las galletas y la leche son buenas para mí, vivir una vida balanceada, aprender un poco a dibujar, pintar, bailar, cantar, jugar y trabajar un poco cada día.
Cuando saliera al mundo:
Tener cuidado con el tráfico, unir mis manos con las de los demás.
Recordar que la semilla en el frasquito creció, dio raíces hacia abajo y las hojas hacia arriba: nadie pudo decirme por qué, pero todos crecemos así. Las mascotas, peces, hámsteres, ratones y aún la semillita que sembramos, algún día muere... también nosotros. Pienso en el buen lugar que sería el mundo si comiéramos juntos el almuerzo y después tomarnos un pequeño descanso. Si las reglas aprendidas en el kinder se respetaran entre los humanos; si tan sólo regresáramos las cosas donde las encontramos y limpiáramos nuestro lugar...
En verdad no importa que edad tengas, cuando salgas al mundo, lo mejor que puedes hacer es unir tus manos con los demás y permanecer siempre juntos.
Tomado de la Web
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