Espíritu Santo, sana mi mente de toda idea de separación,
y deja en mí Tu sabiduría absoluta, Tu infinita compasión y Tu completa dicha.
Sana mi mente de las preocupaciones sobre el futuro,
para que pueda descansar en la confianza de lo perfecto de Tu plan
previsto para mí en esta vida.
Sana mi mente para que pueda estar presente aquí, en este instante santo.
Sana mi mente porque el mundo que veo es reflejo de mis pensamientos.
Yo elijo tener sólo los pensamientos de Dios.
Yo elijo tener sólo los pensamientos de Amor y confianza
en lugar de los de miedo, acusación y culpa.
Yo elijo ver un mundo de armonía y plenitud
en lugar de un mundo de conflicto y limitación.
Yo soy energía amorosa del universo y sólo puedo dar y recibir Amor.
Sana mi mente para ver detrás del ataque del otro
el miedo del hermano herido, y aún detrás,
la pureza inmaculada de Cristo.
Sana mi mente para ver que sólo puedo ser feliz
haciendo felices a mis hermanos.
Sana mi mente para que pueda aceptarme
y aceptar a los demás tal como realmente son.
Sana mi mente para no juzgar nada de lo que ocurre.
Para recordar que la Voluntad de Dios para mí es que yo sea feliz.
Para transitar con paciencia las dificultades,
viendo que éstas son oportunidades para mi aprendizaje.
Espíritu Santo, sana mi mente abriéndola al Amor,
para que yo more en Su gloria y en Tu paz.
AMÉN.
Sana mi mente de las preocupaciones sobre el futuro,
para que pueda descansar en la confianza de lo perfecto de Tu plan
previsto para mí en esta vida.
Sana mi mente para que pueda estar presente aquí, en este instante santo.
Sana mi mente porque el mundo que veo es reflejo de mis pensamientos.
Yo elijo tener sólo los pensamientos de Dios.
Yo elijo tener sólo los pensamientos de Amor y confianza
en lugar de los de miedo, acusación y culpa.
Yo elijo ver un mundo de armonía y plenitud
en lugar de un mundo de conflicto y limitación.
Yo soy energía amorosa del universo y sólo puedo dar y recibir Amor.
Sana mi mente para ver detrás del ataque del otro
el miedo del hermano herido, y aún detrás,
la pureza inmaculada de Cristo.
Sana mi mente para ver que sólo puedo ser feliz
haciendo felices a mis hermanos.
Sana mi mente para que pueda aceptarme
y aceptar a los demás tal como realmente son.
Sana mi mente para no juzgar nada de lo que ocurre.
Para recordar que la Voluntad de Dios para mí es que yo sea feliz.
Para transitar con paciencia las dificultades,
viendo que éstas son oportunidades para mi aprendizaje.
Espíritu Santo, sana mi mente abriéndola al Amor,
para que yo more en Su gloria y en Tu paz.
AMÉN.
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