Agradezco a los creadores publicistas por esta maravilla.-
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Los niños son los más pequeños de los sistemas familiares, y el amor a su familia de origen es tan grande que son capaces de todo para continuar con la información que traen de su familia, esa fuerza imperiosa del "Yo puedo mamá" "Antes que tú lo hago yo" "Yo ocupo tu lugar papá" "Yo puedo con esto" "Antes que tú te vayas me voy yo".
Pregúntale a cualquier niño ¿Quién es el grande y siempre sonreirá mientras orgullosamente responde: "Yo soy el grande" allí vemos el amor ciego, está dispuesto a cualquier cosa, cuidar a sus padres, a repetir las historias para que sean miradas con amor y respeto, a mirar a los excluidos de su gran familia, a morir si fuera necesario.
Ellos están mirando solamente la verdad, porque los niños la saben, la traen a través del su memoria celular, les llega a través de su sistema familiar, son capaces de enfermarse, para asegurarse que sus padres permanezcan unidos, con gusto llevaran consigo la enfermedad con tal que no la tenga mamá, papá o algún hermano/a, pero no saben que con esto no solucionan nada. Pero lo intentan una y otra vez y así ha sido siempre.
Simplemente observen, últimamente cada vez hay más niños con enfermedades que antes sólo tenían los adultos, ellos viven como adultos en cuerpo de niños, y algunos adultos vivimos como niños en cuerpos de 30,...,90 años, y esto por supuesto no está en orden, las padres debemos cuidar a nuestros hijos y no a la inversa. Es hora que despertemos, reconozcamos nuestro sistema familiar y asumamos nuestras responsabilidades, reconociendo lo que es y lo que no puede ser.
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*Los niños son leales a ambos padres, si uno de los padres es rechazado, el niño toma parte de forma inconsciente por quien es rechazado.
*Los niños sacan y expresan los sentimientos reprimidos y escondidos de los padres.
*Los niños tienden a llenar el hueco o lugar vacío de los padres.
*Los niños se sacrifican por los padres o por algún hermano.
*La mejor manera de ayudarles es reconocer el amor profundo que sienten hacia sus padres.
Adriana F. de Venutolo
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"La enfermedad no es una crueldad ni un castigo, sino sólo y únicamente un aviso. Es un instrumento del que se sirve nuestra propia alma para mostrarnos nuestras fallas, prevenirnos de otras e impedirnos cometer más daños; para devolvernos al camino de la verdad y de la luz del que nunca debimos habernos apartado".
Edward Bach
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