Luego de una hermosa misa a cargo del Padre José Luis Uruñuela el tema fundamental fue el cierre de la campaña un abrazo en familia.
También hablo de San Nicolás de Tolentino. Este es el hecho.
También hablo de San Nicolás de Tolentino. Este es el hecho.
Cuando San Nicolás estaba en la comunidad del pequeño convento de Valmanente (actualmente convento de San Nicolás, en Muraglia, periferia de Pesaro), una noche tuvo un sueño. Se le apareció Fr. Peregrino de Osimo, un hermano agustino muerto hacía algunos meses, y a quien él conocía muy bien, el cual le dijo que venía a nombre de muchas almas para pedirle que celebrara misas por ellos. El Santo respondió que no podía hacerlo, porque en aquella semana tenía el encargo de presidir la misa de la comunidad. Para vencer la resistencia, Fr. Peregrino lo condujo fuera del convento y lo mostró el valle de Pesaro lleno de almas que invocaban ayuda.
El Santo despertó fuertemente impresionado por aquel sueño-visión. A la mañana siguiente se apresuró a obtener el permiso del P. Prior. Celebró durante siete días la misa por los difuntos (es el conocido Septenario de San Nicolás) y durante la última misa tuvo el gran consuelo de ver aquellas almas con Fr. Peregrino subir alegres al cielo.
Desde este momento hasta su muerte, San Nicolás se empeñó en este singular apostolado, de socorrer a las almas del Purgatorio, uniendo ayunos y penitencias a la misa y a otras oraciones, y recomendando vivamente a sus penitentes el sufragio por los difuntos.
La estupenda realidad de la "comunión de los santos" nos dice que nos podemos comunicar espiritualmente con nuestros difuntos y serles de ayuda, así como también ellos nos ayudan con su intercesión.
Los difuntos que han sido ya salvados, pero que necesitan de una total purificación para entrar en la gloria de la vida eterna, pueden ser ayudados por nosotros participando o mandando celebrar en su sufragio el sacrificio eucarístico, con la limosna, con el ayuno y la penitencia, ofreciendo por ellos al Señor nuestros trabajos cotidianos.
El Santo despertó fuertemente impresionado por aquel sueño-visión. A la mañana siguiente se apresuró a obtener el permiso del P. Prior. Celebró durante siete días la misa por los difuntos (es el conocido Septenario de San Nicolás) y durante la última misa tuvo el gran consuelo de ver aquellas almas con Fr. Peregrino subir alegres al cielo.
Desde este momento hasta su muerte, San Nicolás se empeñó en este singular apostolado, de socorrer a las almas del Purgatorio, uniendo ayunos y penitencias a la misa y a otras oraciones, y recomendando vivamente a sus penitentes el sufragio por los difuntos.
La estupenda realidad de la "comunión de los santos" nos dice que nos podemos comunicar espiritualmente con nuestros difuntos y serles de ayuda, así como también ellos nos ayudan con su intercesión.
Los difuntos que han sido ya salvados, pero que necesitan de una total purificación para entrar en la gloria de la vida eterna, pueden ser ayudados por nosotros participando o mandando celebrar en su sufragio el sacrificio eucarístico, con la limosna, con el ayuno y la penitencia, ofreciendo por ellos al Señor nuestros trabajos cotidianos.
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Quiero agradecer principalmente al padre José Luis Rector del Colegio, por la oportunidad y la confianza que me brindó a dar un lugar para esta charla a un importante grupo de padres y representantes, muchísimas gracias a cada uno de los allí presentes, por su activa participación y permitirme trabajar con ellos, y así lograr contactarse con sus sentimientos más profundos, fue un honor para mí, en especial mi agradecimiento a José Pablo y su madre, que accedieron a trabajar conmigo, de esa manera contribuir un poco a la restauración del vínculo materno.
Charla "Un Abrazo Consentido"
En el Colegio Santo Tomás de Villanueva
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La terapia de contención tiene como objetivo sanar relaciones en conflicto entre padres e hijos, basándose en la premisa de que hay casos en que el vinculo entre madre-hijo se ha dañado y por tanto surgen trastornos en la confianza básica del niño. Esto en ocasiones genera un caos afectivo que echa a andar una relación de ambivalencia (amor-odio). Los afectos destructivos de coraje, tristeza, miedo, etc. no se controlan sino que estallan abruptamente. Frecuentemente la respuesta del adulto a esta conducta es aislar al niño, mostrar indiferencia o pegarle, reforzando aún más sus conductas destructivas. Esta situación generalmente aumenta y se desarrolla en espiral. La terapia es una vía segura de comunicación profunda que permite a los padres y a la pareja confiar en su rol aumentando en ellos y en sus hijos la autoestima y potencializando su desarrollo. Consiste en establecer un intenso contacto físico (abrazo) de la madre o el padre con el niño, bajo las instrucciones del terapeuta. Dicha terapia rompe las conductas ambivalentes de amor y odio entre ambos, proporciona a los padres un control más efectivo de sus emociones y permite al niño entrar en un proceso de liga afectiva (re-bonding). Los síntomas del niño tienden a desaparecer prácticamente a partir de la primera sesión.
El abrazo como forma de vida, le restaura la seguridad y la confianza especialmente a los niños.
Quiero agradecer principalmente al padre José Luis Rector del Colegio, por la oportunidad y la confianza que me brindó a dar un lugar para esta charla a un importante grupo de padres y representantes, muchísimas gracias a cada uno de los allí presentes, por su activa participación y permitirme trabajar con ellos, y así lograr contactarse con sus sentimientos más profundos, fue un honor para mí, en especial mi agradecimiento a José Pablo y su madre, que accedieron a trabajar conmigo, de esa manera contribuir un poco a la restauración del vínculo materno.
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Nos veremos en el próximo paso.
Nos veremos en el próximo paso.
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Permite que Jesús te abrace..
Adriana F. de Venutolo
Adriana F. de Venutolo
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