Los silencios del corazón la mente los entierra para evitar el dolor, que de todos modo el alma llora y el cuerpo los saca a la luz como una enfermedad para ser MIRADA. Si aprendemos a MIRAR, entonces el corazón habla, la mente se calla, el cuerpo se sana y el alma descansa. La falta de amor a nosotros mismos nos llevan a un camino de dolor y miedo, amándome , amada y amándote . Agradecida, agradeciendo este estuche sagrado . Feliz vida.
Adriana Fresta
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