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martes, 2 de abril de 2013

HO´ OPONOPONO por la paz mundial

PRACTICANDO HO´ OPONOPONO, me hago responsable y comienzo a accionar. Gracias 
Te invito a que hagas este ejercicio para tu país Gracias Gracias





EJERCICIO DE SANACIÓN A TRAVÉS DE ORACIÓN-MEDITACIÓN, 



POR LA PAZ Y LA UNIÓN DE ARGENTINA



Me siento inmensamente feliz y agradecido, porque hoy, muchas personas están unidas orando y meditando por la paz y la unión de nuestro amado país. Doy gracias a Dios porque esto está ocurriendo en diversas iglesias, congregaciones, escuelas, grupos de estudio, familias y vecinos. Gracias, gracias, gracias a todos los que están compartiendo tan noble y poderosa iniciativa. Amorosas bendiciones a todo(a)s.

Visualizo frente a mí a los 43 millones de argentinas y argentinos mas todos los que se encuentran viviendo en este suelo, en un acto pleno, sagrado y glorioso. Estamos todos presentes, reunidos todos sin excepción, de todos los rincones del país, de todos los colores, de todas las edades, de todas las creencias, de todas las culturas y posturas.

Con total firmeza, a viva voz, con mi mayor decisión, con inmenso amor, entusiasmo y convicción, le digo a cada uno(a) de mis amadísimo(a)s hermano(a)s: 

Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo. Amén, Amén, Amén. Lo respiro y lo expreso con mucha vitalidad, haciéndolo extensivo más allá del tiempo y del espacio. Lo pronuncio, sintiendo, que el Te Amo tiene un poder infinitamente liberador, que cada vez que lo entono, vibra y estremece cada fibra, cada célula, cada átomo de mí ser. Siento que esta vibración desestructura, desvanece, quiebra dentro de mí, toda resistencia, todo juicio, todo rechazo y que aflora de mí el amor universal, incondicional, puro y trasparente, cristalino, como agua de manantial, que fluye, que limpia, que barre con todo lo que interfiere la paz (X3).

Con inmensa Gratitud le digo a cada uno(a) de los mas de 43 millones de argentinas y argentinos más todos los que se encuentran viviendo en este suelo,
Gracias, Gracias, Gracias. Gracias por estar presente, Gracias por permitirme sanar dentro de mí las diferencias que he proyectado en la colectividad. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias. A medida que pronuncio la palabra Gracias, voy sintiendo que estoy creando una gigantesca atmósfera de Gratitud, que me envuelve totalmente, y así, respiro Gratitud, inhalo, exhalo y traspiro Gratitud. Siento que estoy compartiendo esta rica experiencia de Gratitud con la Sagrada Presencia de Dios que habita en mí. (X3).

Con un profundo reconocimiento y con plena confianza, consagro estas poderosas manifestaciones verbales a la Sagrada Presencia de Dios que habita en mí: 

Lo Siento, Perdón, Gracias, Te amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Amén, Amén, Amén. (X5).
Guido Guedez





“Porque donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo con ellos.” Mateo 18:20 .

Tiempo de oración, tiempo de hablar menos y orar más.
Cuando tengas la oportunidad de estar reunido con otras personas, tomate al menos un minuto para orar. 
Gracias, Señor bendícenos, Ave Maria lo que tu corazón desee.

EJERCICIO DE SANACIÓN A TRAVÉS DE ORACIÓN-MEDITACIÓN, 







POR LA PAZ Y LA UNIÓN DE TODOS LOS HABITANTES DEL PLANETA

Me siento inmensamente feliz y agradecido, porque hoy, muchas personas están unidas orando y meditando por la paz y la unión de nuestro amado país. Doy gracias a Dios porque esto está ocurriendo en diversas iglesias, congregaciones, escuelas, grupos de estudio, familias y vecinos. Gracias, gracias, gracias a todos los que están compartiendo tan noble y poderosa iniciativa. Amorosas bendiciones a todo(a)s.

Visualizo frente a mí a los 7000 millones de habitantes del planeta y en un acto pleno, sagrado y glorioso. Estamos todos presentes, reunidos todos sin excepción, de todos los rincones del planeta, de todos los colores, de todas las edades, de todas las creencias, de todas las culturas y posturas.

Con total firmeza, a viva voz, con mi mayor decisión, con inmenso amor, entusiasmo y convicción, le digo a cada uno(a) de mis amadísimo(a)s hermano(a)s: 

Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo, Te Amo. Amén, Amén, Amén. Lo respiro y lo expreso con mucha vitalidad, haciéndolo extensivo más allá del tiempo y del espacio. Lo pronuncio, sintiendo, que el Te Amo tiene un poder infinitamente liberador, que cada vez que lo entono, vibra y estremece cada fibra, cada célula, cada átomo de mí ser. Siento que esta vibración desestructura, desvanece, quiebra dentro de mí, toda resistencia, todo juicio, todo rechazo y que aflora de mí el amor universal, incondicional, puro y trasparente, cristalino, como agua de manantial, que fluye, que limpia, que barre con todo lo que interfiere la paz (X3).

Con inmensa Gratitud le digo a cada uno(a) de los más de 7000 millones de habitantes del planeta.
Gracias, Gracias, Gracias. Gracias por estar presente, Gracias por permitirme sanar dentro de mí las diferencias que he proyectado en la colectividad. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias, Gracias, Gracias. Gracias. A medida que pronuncio la palabra Gracias, voy sintiendo que estoy creando una gigantesca atmósfera de Gratitud, que me envuelve totalmente, y así, respiro Gratitud, inhalo, exhalo y traspiro Gratitud. Siento que estoy compartiendo esta rica experiencia de Gratitud con la Sagrada Presencia de Dios que habita en mí. (X3).

Con un profundo reconocimiento y con plena confianza, consagro estas poderosas manifestaciones verbales a la Sagrada Presencia de Dios que habita en mí: 

Lo Siento, Perdón, Gracias, Te amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Lo Siento, Perdón, Gracias, Te Amo. Amén, Amén, Amén. (X5).
Guido Guedez










Compartiendo como humanidad, el amor de Dios corre como una brisa suave sobre el planeta y se multiplica la intensión desde el corazón, siempre decimos ¡que puedo hacer! siento que aquí esta podrá ser una respuesta, activar el amor dentro de cada uno de nosotros, porque eso es lo que somos AMOR, esto puede ser una forma y tengo la plena seguridad que pronto veremos los cambios. Usemos nuestros muros para expandir la luz, esa misma luz que emerge de Dios y se extiende de mi corazón al tuyo.

Lo siento, perdón, gracias, te amo.
Bendiciones y luz para este amoroso planeta y todo y todos lo que sobre su fase se encuentra.
Adriana Fresta

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