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lunes, 29 de agosto de 2011

Sagrado Corazón de Jesús en ti Confío

Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?
Déjame al cuidado de todas tus cosas y todo te irá mejor.
Cuando te abandones en Mí, todo se resolverá con tranquilidad según mis designios.
No te desesperes, no me dirijas una oración agitada como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos.
Cierra los ojos del alma y dime con calma:
Jesús en ti Confío.
Evita las preocupaciones angustiosas y los pensamientos sobre lo que puede suceder después.
No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas. Déjame ser Dios y actuar en Libertad.
Abandónate confiadamente en mí, reposa en mí y deja en mis manos tu futuro.
Dime frecuentemente, Jesús en ti Confío.
Lo que más daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas y querer resolver las cosas a tu manera.
Cuando me dices: Jesús en ti  Confío,
No seas como el paciente que le pide al médico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.
Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. Yo te amo.
Si crees que las cosas empeoran o se complican a pesar de la oración, sigue confiando.
Cierra Los ojos del alma y confía. Continúa diciéndome a toda hora, Jesús en ti Confío.
Necesito las manos libres para poder obrar. No me ates con tus preocupaciones inútiles.
Confía sólo en mí, reposa en mí, abandónate en mí.
No te preocupes, echa en mí todas tus angustias y duerme tranquilo.
Dime siempre, Jesús en ti Confío, y verás grandes milagros.
Te lo prometo por mi amor.
¡Qué el Sagrado Corazón de Jesús Bendiga a todas nuestras familias, y a todos los pueblos.
http://abromialmayregaloamor.blogspot.com/
Twuitter: adrianajfresta

viernes, 26 de agosto de 2011

Sí a la Vida.

Doctor por favor ayúdeme, tengo un problema muy serio.
Mi bebé aún no cumple un año y ya estoy de nuevo embarazada.
No quiero tener hijos en tan poco tiempo, prefiero un espacio mayor entre uno y otro.....
El médico le preguntó: Muy bien, ¿qué quiere que yo haga?
Ella respondió:
Deseo interrumpir mi embarazo y quiero contar con su ayuda.
El médico se quedó pensando un poco y después de algún tiempo le dice: Creo que tengo un método mejor para solucionar el problema y es menos peligroso para usted.
La mujer sonrió, pensando que el médico aceptaría ayudarla.
Él siguió hablando: Vea señora, para no tener que estar con dos bebés a la vez en tan corto espacio de tiempo, vamos a matar a este niño que está en sus brazos.
Así usted tendrá un periodo de descanso hasta que el otro niño nazca.
Si vamos a matar, no hay diferencia entre uno y otro de los niños.
Y hasta es más fácil sacrificar éste que usted tiene entre sus brazos puesto que usted no correrá ningún riesgo.

La mujer se asustó y dijo: ¡No, doctor! ¡Qué horror! ¡Matar a un niño es un crimen!
Yo también pienso lo mismo, señora, pero usted me pareció tan convencida de hacerlo, que por un momento pensé en ayudarla.

El médico sonrió y después de algunas consideraciones, vio que su lección surtía efecto.

Convenció a la madre que no hay la menor diferencia entre matar un niño que ya nació y matar a uno que está por nacer, y que está vivo en el seno materno.

¡EL CRIMEN ES EXACTAMENTE EL MISMO!

UN SI A LA VIDA. UN NIÑO SIEMPRE ES UNA BENDICIÓN.

Recuerda que hay muchos métodos para evitar el embarazo, prevenir es tu responsabilidad. Gracias
Tomado de la Web.

miércoles, 10 de agosto de 2011

¿Es lo Mismo o no es lo Mismo?


Es lo mismo un vaso medio vacío que un vaso medio lleno?
Es lo mismo decir mi marido o mi esposa que decirle papi, papito, mami, mamita?
Es lo mismo llamarlos hij@s que decirles papito, mamita mi princesa o mi rey?
Es lo mismo estar deprimido que estar distraído?
Es lo mismo decir mi jefe que decir el jefe?
Es lo mismo decir muérete!!! que decir espectacular, maravilloso?
Es lo mismo decir mi país que decir el país donde nací?
Es lo mismo decir esto es un problema que decir esta es una oportunidad para crecer?
Es lo mismo decir si, cuando quiero decir no, o decir no, cuando quiero decir si?
Es lo mismo mentirle a otros que mentirme a mi mism@?
Es lo mismo creerse unic@ e importante que saber que todos somos unic@s e importantes?
Es lo mismo comenzar el día diciendo: Otro día más que decir: Hoy es el mejor día de mi vida?
Es lo mismo echarle la culpa a todos que ser responsables de lo que nos sucede?.
Es lo mismo reconocer nuestras emociones a que ellas se reconozcan en el cuerpo?.
Es lo mismo decir no puedo, que decir lo estoy intentando?
Es lo mismo vivir para comer que comer para vivir?
Es lo mismo pensar que tú lo mereces todo a sentir que todo lo que posees es un regalo?
Es lo mismo esperar que todo te lo agradezcan a agradecer todo?
Es lo mismo decir días malos a decir días de crecimiento?
Es lo mismo amar y ser amado, que amar para ser amado?
Es lo mismo estar pendiente de la vida ajena que estar atentos a tu propia vida?
Es lo mismo esperar a que te miren o mirar y esperar?
Es lo mismo leer simplemente esto que reflexionar sobre esto?
Gracias, dime tú ahora si es lo mismo o no es lo mismo?
Adriana Fresta

¿Mientras Espero Desespero?


Mientras espero, prefiero escribir y así el tiempo pasa a mí alrededor sin que yo pueda advertirlo.
Estoy sumergida en esta sopa de letras intentando ordenarlas de forma clara para que mi alma exprese con sabiduría su sentir.
Me pregunto: ¿Cuándo me volví insensible a las cosas valiosas de la vida?
Hace poco, pasaba horas mirando las hormigas ir y venir con sus grandes cargamentos a cuesta, atrapaba mariposas con las manos sólo para contemplar de cerca sus mágicos colores, tomaba cada vaquita de San Antonio (mariquita) para pedirle un deseo y luego permitirle remontar su vuelo, trepaba árboles y pasaba horas escondida tras las ramas mientras observaba a los adultos de ese tiempo que ni siquiera advertían mi presencia allá arriba en las alturas, mientras me manchaba y saboreaba unas moras o higos verdes.
Cuando corría bajo la lluvia, sin importar lo que le sucediera al cabello o a los zapatos, sólo quería abrir mi boca para beber de ese líquido sagrado, como yo lo llamaba.
Cuando escondida entre los médanos de San Bernardo imaginaba que eran los impenetrables bosques del Amazonas, sin miedo a que cualquier cosa me picara, para ese entonces dejaba con agrado que mis amig@s me enterraran en la arena, combinando con la definida construcción de castillos que el mar desmoronaba una y otra vez, pero que yo volvía a construir con la certeza de que nadie iba a entrar a esa fortaleza de arena húmeda y conchillas construida con moldes de vasitos y baldes.
Saltaba olas de 20 cm, que por mi pequeñez imaginaba gigantescas, que con su blanca espuma me acompañaban de un solo golpe hasta la orilla donde siempre estaban los pies de papá o mamá.
Cuando andaba en bicicleta y me lanzaba temerosa por las únicas bajadas pronunciadas que tenía mi ciudad, en busca de esa hermosa sensación que generaba el recorrer de la adrenalina en mi cuerpo.
Recuerdo que pasaba tantas horas en la vereda de mi casa bajo el sol hasta que la noche nos sorprendía entre cuentos y dulces carcajadas con mis amig@s.
Las horas que pasaba descubriendo las figuras que encontraba escondidas en las algodonadas nubes.
Y ahora qué?
Ahora aprendí a disfrutar también de otras cosas simples y que llenan mi corazón y lo ensanchan de alegría, del aroma de una flor, el canto de un pájaro, la sabiduría de un árbol, mis pies tocando la tierra, contemplar las millones de formas y colores que tienen las piedras, sentir la dulzura de tener las manos entrelazados con mi esposo, la satisfacción que provoca la risa de mis hijos, del silencio oportuno, la libertad de ser ahora como soy, de las lágrimas, las sonrisas, las palabras, las canciones.
De la sabiduría adquirida en estos años, de no pisar el césped, recoger un papel de la calle sin importar quien lo tiró, de apagar las luces innecesarias, utilizar el agua con responsabilidad, mirar al otro sin juicio.
Maravillarme en una noche oscura donde sólo brillan las estrellas buscando a la osa mayor, quedarme boca abierta cuando la luna llena alumbra mi ventana y me hace suspirar todavía, sorprenderme ante la perfección de las curvas de la media luna.
Todo tiene sentido, nada está fuera de lugar, todo es perfecto y yo vibro en ese todo, yo decido responsablemente si me permito tomar la vida o la dejo pasar simplemente sin hacer nada.
Ya es tiempo de dejar de quejarme de las cosas triviales, que ya sé que sólo suceden para hacerme crecer, prefiero experimentar de cada situación o persona que pasa en mi vida, porque es una nueva oportunidad de avanzar.
A veces siento miedo y a veces no. Todos los sentimientos me pertenecen el tiempo de espera ya pasó.
Ahora a correr, mirar, amar, vivir la vida honrando a todos los que están y a los que ya no están y principalmente a los que no se pueden quedar.
Nadie puede cuidar a nadie, nadie puede ocupar otro lugar que no sea el propio.
Gracias mi Dios por esta mañana de espera que me permitió esta reflexión y este encuentro conmigo misma.
Adriana Fresta

Me Senté a Pensarlo

Cosechar los frutos es un largo obrar y fatigoso, los que son proporcionales al compromiso y a la tarea realizada.
Año tras año silenciosamente, remoto y recogido en su actividad secreta, el árbol crece, extendiendo sus ramas y su cerco de sombra se hace más vasto y profundo. Así ocurre con la vida interior, el carácter, la inteligencia. Del mismo modo sucede con las situaciones verdaderamente importantes de la vida, con los días transcurridos en el tiempo justo.
No se puede apresurar los tiempos, no debemos acelerar jamás el curso de los acontecimientos, porque alteraríamos los resultados finales.
El árbol es el símbolo de la vida, que evoluciona, que asciende hacia lo más alto y evoca todos los símbolos de la verticalidad; con su ciclo de despojarse y cubrirse de hojas representa el carácter de la evolución: Muerte y regeneración.
El árbol pone en comunicación a los tres niveles del cosmos: El subterráneo, por las raíces que indagan en la profundidad en la que se entierran; la superficie de la tierra, por el tronco y las primeras ramas que suelen rozar la hierba; las altura, por las ramas superiores y la copa erguida atraída por el cielo.
El árbol es la imagen del tiempo, de la evolución, del crecimiento interior, del extenderse de las obras, en las metas logradas.
El tiempo ayuda, la constancia sostiene. Habrá que sobrellevar con todas nuestras fuerzas las desilusiones, la derrota amarga, los pensamientos desesperados, de lo contrario, lograrán vencernos.
Si se pierde algo o alguien se aleja para siempre, se trata de sufrimientos inevitables pues están ligados a los días del hombre.
Debemos mantenernos serenos porque sólo la confianza en nosotros, en los demás, en las cosas, en los acontecimientos. Dios dará la medida del éxito.
Ninguna inquietud, ninguna incertidumbre, ni siquiera un volver la vista atrás para cotejar, experiencias pasadas, rencores lejanos, temores de otros días; sólo hemos de seguir adelante, para cubrir el mayor camino posible.
Hemos de mantenernos firmes y constantes, como los fenómenos del cielo porque, al igual que ellos, nuestras acciones forman parte del equilibrio del pequeño universo humano, y el vasto universo que comprende Dios, el Cielo y la Tierra.
La vida se divide en ritmos alternados y cuando se toca fondo, encontramos el punto de apoyo que nos permite impulsarnos hacia la ascensión.
La presencia de personas vinculadas a nuestra vida constituye un apoyo en el que debemos confiar, aunque a menudo se trate de una riqueza que no apreciemos.
La persona mediocre se preocupa de las apariencias, no sabe ir más allá del detalle, lo trillado se convierte para ella en universal, en eterno.
El espíritu superior, en cambio estudia las mutaciones de los hechos, incluso la de los menos importantes, porque los considera parte de un todo. Sin duda, encontrar las guías adecuadas no es tarea de un día; resulta difícil tomar ciertas decisiones después de tantas dudas y tantas desilusiones, cuesta mucho tener una visión clara de los problemas para poder resolverlos. Se trata unas páginas de un dialogo humano, de vividas realidades, simples pero actuales para todos, dado que cada uno tiene un patrón propio de los valores, y con un poco de sabiduría puede siempre decidir su vida.
Estamos a punto de alcanzar la meta, la evolución, lenta pero precisa como la de los árboles que manifiestan progresivamente su tensión hacia lo alto, ve un resultado concreto o, al menos, el inicio de nuevas esperanzas, la llegada de hechos esperados, El continuar con paciencia en este tiempo afortunado, significa construir sobre bases sólidas, y los primeros acontecimientos positivos evidenciaran la fundamental importancia de contar con principios firmes y radicados en la experiencia.
El futuro vendrá a nuestro encuentro por sí solo, sin que lo pidamos, sin urgencias, extendido en el tiempo que le pertenece, como el agua tranquila de un lago, un futuro que ha comenzado ya y que, como la primavera florece en distintos meses según las latitudes.
Saverio Zucato
Discurso del padrino de la promoción de bachilleres de XLIX  y IX
Gracias