Siempre ten presente que la piel se arruga,
el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Has que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trotar.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas!!!
.......María Teresa de Calcuta
el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años.
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Has que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trotar.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
Pero nunca te detengas!!!
.......María Teresa de Calcuta
Stee McCurry, tomó esta foto de la niña Nasir Bagh en junio de 1984 en el campamento de refugiados de Pakistán durante la guerra contra la invasión soviética, nunca supo el nombre de la chica. Tras una intensa búsqueda de más de 17 años, McCurry la ha encontrado y la ha vuelto a fotografiar.
Pero Sharbat Gula, como se llamaba la niña que a los 12 años, en 1985, se convirtió en la portada de National Geographic una de las más famosas revistas, no es la misma. En su avejentado rostro, ya no brillan con la misma intensidad esos ojos verdes que cautivaron al mundo y que se convirtieron en todo un símbolo de la miseria y el sufrimiento del pueblo afgano.
Pero Sharbat Gula, como se llamaba la niña que a los 12 años, en 1985, se convirtió en la portada de National Geographic una de las más famosas revistas, no es la misma. En su avejentado rostro, ya no brillan con la misma intensidad esos ojos verdes que cautivaron al mundo y que se convirtieron en todo un símbolo de la miseria y el sufrimiento del pueblo afgano.
Cuando la emblemática foto dede Steve McCurry de una hermosa niña afgana volvió a la portada de National Geographic en una edición especial en noviembre 2002, el fotógrafo casi había perdido toda esperanza de encontrarla con vida en un país azotado por el régimen talibán y la campaña militar de EE UU.
Estas son mujeres fenomenales verdaderamente.
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