Tomado de la entrevista a Bert Hellinger realizada por María Martha Arredondo (Mayé), Elizabeth Corredor (Liz), Jordi Amenós y Juan José Lopera el lunes 5 de Marzo del 2007 en Bellaterra, Barcelona, luego de finalizar el seminario de “Constelaciones desde el Espíritu”.
Jordi: En este taller usted ha invitado a que la gente pueda vibrar con el espíritu. Seria correcta la expresión “rendirse” al espíritu.
Bert: El procedimiento es otro. El movimiento comienza en el espíritu, no comienza en mí. ¿Eso va como en la dirección de la curiosidad, como el querer saber: que quiere el espíritu? Nosotros estamos a merced del espíritu, el movimiento comienza en el espíritu. Y nosotros respondemos a él. Y eso es entrega, ir con su movimiento. Pero eso no es algo que uno pueda querer, uno no puede usar al espíritu. Uno simplemente esta a su merced, Pero existen por ejemplo si, comportamientos particulares que lo llevan a ese estado, y uno de ellos es saberse distanciar. De tanta cosa que hay fuera, uno toma la distancia correcta. Y entonces espera. Esa es la preparación. Y después de un tiempo, él nos toma. Pero existe otra preparación para que eso suceda. Es por qué los movimientos del espíritu son movimientos en los cuales nos integramos al mismo espíritu. De todo tal como es y entonces uno puede empezar a vibrar con esa unidad, con esa unión. Y eso es algo que uno puede practicar con algo que uno rechaza; por ejemplo: Uno conscientemente puede abrir su corazón hacia ello. Y entonces uno entra en esa vibración y aparentemente parece como si nosotros hiciéramos algo. Así lo sentimos, nos decimos: “Bueno, ahora voy a hacer algo”. Eso desde la sensación tiene algo que ver con el libre albedrío, pero de eso no hay… Inclusive el libre albedrío es un regalo. Pero después de un tiempo nos damos cuenta como el espíritu nos arropa. Por ejemplo cuando alguien se enamora… Entonces él está atrapado, es un movimiento del espíritu pero no como lo imaginamos. Puesto que enamorarse no es solo el gusano colgado del anzuelo y entonces lo único que está haciendo es atrayéndonos hacia nuestro destino y lo que va a salir de ahí no tenemos ni idea que es. Pero uno lo siente, cuando menos uno lo piensa, se lo llevó, como los peces. Como en cualquier otra situación; ahora tengo que hacer esto, y el tiempo es exactamente el correcto. En ese momento también estamos siendo llevados por el espíritu. Por que cuando lo sigo voy hacer una experiencia. La pregunta es: ¿Voy más allá de lo que debería? Puesto que solamente te lleva hasta determinado punto. Y hay algunos que quisieran traspasar ese punto. Y eso no funciona. Uno se queda justo en el movimiento, y solamente hasta donde uno debe.¿Y qué pasa cuando uno no respeta ese límite? Entonces uno sufre, Y el dolor y el sufrimiento también son un movimiento del espíritu. El espíritu se encarga de domarnos. Y para la próxima ya lo tendremos claro.
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Mayé: La gente piensa que eres un hombre extraordinario. Lo que él dice “yo soy un hombre con experiencias extraordinarias, pero soy un hombre normal” Y esa es la diferencia.
Un regalo que tú das siempre. Es que tú transmites tus conocimientos de lo que sabes hacer a través de la repetición. Y tu campo es tan grande que transmites mucha más información. Y lo más grande es lo que tú transmites a través de tu propio campo. Cuando yo me siento frente a ti, se abre una puerta a una universidad cósmica. Y ahí mucha más información de la que yo puedo percibir con mi mente y con mi cuerpo. Mi alma se rebosa.
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Bert: Por eso es algo que no se puede aprender. Pero en el hecho de que uno participa experimenta. Uno aprende experiencias. Pero uno no aprende teoría. Y es la experiencia lo que nos hace avanzar. Porque una experiencia no puede ser repetida. Cuando tú haces una experiencia en constelaciones familiares. En este trabajo. Nunca puedes repetir algo de lo que ha pasado ahí. Sin embargo ya tienes una experiencia. Y con esa experiencia que ya has alcanzado podrás hacer algo nuevo. Ninguna repetición.
http://www.constelaciones-sistemicas.org/4783/60636.html
Entre el 5 y 12 de abril del 2009 se realizó el Segundo Entrenamiento Intensivo con Bert Hellinger en Argentina, en la Estancia la Alameda de Chascomús. Allí el filósofo alemán abordó con los asistentes la multidimensionalidad de las Constelaciones Espirituales, con ejercicios, meditaciones y preguntas y respuestas sobre distintas comprensiones obtenidas en este trabajo.
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Tuve la suerte de poder asistir a este evento, fue una experiencia inigualable e inolvidable, además estar allí ante la presencia del creador de esta filosofía, del Gran Maestro, no hay palabras para describir esa sensación, sólo una. GRACIAS.
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Todo fue perfecto, el lugar, la fecha, el tiempo que nos acompañó con días soleados y de calor, la luna llena se mostraba sonriente cada noche y nos permitió sacar fotos espectaculares, los participantes de diferentes nacionalidades, el grupo que formamos en el hotel, y cada una de las experiencias quedaron grabadas en mi alma.
Para mí ese taller redireccionó mi vida, significa un antes y un después.
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Quiero agradecer principalmente a mi marido que me apoyó para realizar este taller y se quedó en Caracas solo, mientras yo disfrutaba de este entrenamiento, gracias a mis hijos Nicolás y Lucas por acompañarme, muy especialmente a mis Tíos Domingo y Alicia, a mis prima Marisa y a su esposo Diego por acompañarme el día sábado al taller y por darse la oportunidad de vivir esta experiencia , a ellos y a sus hijos Tomás y Lara, que cuidaron y acompañaron a mis hijos durante esos días y a mi querida Amiga Liliana (hermana de la vida), que viajó desde San Luís sólo para ver a mis hijos y por supuesto a Mati que fue nuestro cómplice para poder darle una sorpresa a su mamá.
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Gracias a Soraya con quien compartíamos cada noche nuestras dudas, gracias a Elisabeth por sus mates, a Andrea siempre dispuesta a llevarnos y traernos, Virginia con sus silencios, Claudia con su filosofía, Estela con sus chistes que nos hacían reír y soñar, después de tanta realidad, a ellas y a todas las personas maravillosas que Dios cruzó en mi camino por esos días, y a todos las personas con quien tuve el placer de compartir algún ejercicio.
Especialmente en el que hicimos sobre el "Padre", con Virginia ayudándome en el rol de Padre y una Consteladora Brasileña como el rol del Mundo, después de realizar este ejercicio me sentí muy mal y terminé al lado de Bert Hellinger contándole lo sucedido, pude mirar en sus ojos y.....
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Éstos son los grandes movimientos del espíritu.
Gracias a Dios por permitirme estas allí.
Adriana Fresta de Venutolo