La madre jirafa hace sufrir al hijo, el parto de la jirafa tiene lugar con ella de pie, de modo que la primera cosa que le ocurre al recién nacido es una caída de aproximadamente dos metros.
Todavía atontado, el animal trata de afirmarse en sus cuatro patas, pero la madre muestra un extraño comportamiento: le da un leve empujón y la jirafita cae de nuevo al suelo. Intenta levantarse y nuevamente es volteada.
El proceso se repite varias veces, hasta que la recién nacida, exhausta, ya no logra ponerse de pie. En ese momento, la madre nuevamente la instiga con la pata, forzándola a que se levante.
Y entonces ya no se cae más.
La explicación es simple: para sobrevivir a los animales predadores, la primera lección que la jirafa debe aprender es a levantarse rápidamente. La aparente crueldad de la madre está perfectamente justificada por un proverbio árabe:
“A veces, para enseñar algo bueno, es preciso ser un poco rudos”.
Tomado de la Web.
Todavía atontado, el animal trata de afirmarse en sus cuatro patas, pero la madre muestra un extraño comportamiento: le da un leve empujón y la jirafita cae de nuevo al suelo. Intenta levantarse y nuevamente es volteada.
El proceso se repite varias veces, hasta que la recién nacida, exhausta, ya no logra ponerse de pie. En ese momento, la madre nuevamente la instiga con la pata, forzándola a que se levante.
Y entonces ya no se cae más.
La explicación es simple: para sobrevivir a los animales predadores, la primera lección que la jirafa debe aprender es a levantarse rápidamente. La aparente crueldad de la madre está perfectamente justificada por un proverbio árabe:
“A veces, para enseñar algo bueno, es preciso ser un poco rudos”.
Tomado de la Web.
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